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octubre 20, 2025

Jardines verticales en casa, una forma natural de renovar tu vivienda en Tenerife

En Tenerife, donde la luz y el clima acompañan casi todo el año, cada vez más personas buscan integrar la naturaleza en su hogar. Una de las fórmulas más atractivas son los jardines verticales: muros vivos que aportan frescura, color y un aire distinto a cualquier estancia.

Aunque nuestra empresa está especializada en reformas integrales, queremos compartir algunas ideas sobre cómo incorporar un jardín vertical durante una reforma y qué ventajas puede aportar a una vivienda.

Qué es un jardín vertical y qué beneficios tiene

Un jardín vertical es un sistema que permite cultivar plantas sobre una pared o estructura vertical. Se puede instalar en interiores o exteriores, adaptando el tipo de plantas, el sistema de riego y los materiales según el espacio disponible.

Más allá de la estética, aporta beneficios prácticos. Mejora la calidad del aire, regula la temperatura, reduce el ruido y añade textura y vida al ambiente. Además, en una vivienda reformada, un elemento verde bien integrado puede aumentar el valor del inmueble y mejorar su eficiencia energética.

jardin vertical exterior

Dónde colocarlo: interior o exterior

Durante una reforma integral conviene planificar la ubicación del jardín vertical desde el principio. Hay dos posibilidades principales.

Exterior.
Las fachadas, patios o muros junto a la piscina son buenos lugares. En Tenerife, donde el sol es constante, un muro vegetal puede proteger del calor y reducir la radiación directa. También sirve como barrera acústica y aporta un toque natural a las zonas al aire libre.

Interior.
Salones amplios, recibidores o pasillos con buena iluminación natural son espacios idóneos. En interiores, el jardín vertical crea sensación de bienestar, introduce color y rompe la monotonía de las superficies planas. Solo hay que prever una iluminación y ventilación adecuadas.

Cómo se integra en una reforma

Cuando se incluye en una reforma integral, la instalación resulta más sencilla y limpia. Los pasos básicos son:

  1. Revisar la pared. Debe estar en buen estado y ser capaz de soportar el peso del sistema.

  2. Proteger la superficie. La impermeabilización es esencial para evitar filtraciones.

  3. Elegir el sistema. Existen paneles modulares, estructuras metálicas o bolsas de cultivo, según el presupuesto y el efecto buscado.

  4. Seleccionar las plantas. En Tenerife conviene optar por especies resistentes al sol y al viento, como helechos, potos o singonios.

  5. Instalar el riego. Un sistema automático por goteo facilita el mantenimiento.

  6. Integrar el diseño. La iluminación y los acabados deben pensarse junto al resto de la obra para lograr una estética coherente.

  7. Prever el mantenimiento. Revisión del riego, poda ligera y sustitución puntual de plantas son tareas sencillas que conviene programar desde el inicio.

Particularidades del clima de Tenerife

El clima de Tenerife favorece la instalación de jardines verticales, pero hay factores a tener en cuenta.
La orientación solar influye en la elección de especies: las zonas más expuestas requieren plantas más resistentes. En la costa, la salinidad y el viento también condicionan el diseño.
Si se trata de un interior, la humedad y la luz deben controlarse para mantener el equilibrio entre confort y durabilidad.

Costes y mantenimiento

El coste depende del tamaño, el sistema de riego y las especies utilizadas. En general, un jardín vertical básico puede situarse entre 250 y 300 euros por metro cuadrado, mientras que uno exterior con riego automatizado puede alcanzar entre 400 y 600 euros por metro cuadrado.

El mantenimiento es bajo: revisar el riego, podar y reemplazar alguna planta si es necesario. Si se planifica bien desde la reforma, el sistema puede durar muchos años sin requerir grandes cuidados.

 

reforma integral jardin vertical

 

Consejos prácticos

  • Incorporar el jardín vertical desde la fase de proyecto evita obras posteriores.

  • Analizar la orientación y las condiciones del espacio antes de elegir plantas.

  • Utilizar materiales impermeables y estructuras ligeras pero resistentes.

  • Considerar la iluminación, especialmente en interiores con poca luz natural.

  • Si se trata de una vivienda en alquiler o venta, destacar este elemento como valor añadido.

Un jardín vertical bien diseñado transforma una pared en un punto focal y añade carácter a la vivienda. No es una moda pasajera, sino una forma de aprovechar la naturaleza para mejorar el confort y la estética.

En Tenerife, donde el clima y la luz natural lo hacen posible, integrar un muro vegetal durante una reforma integral es una decisión que combina diseño, sostenibilidad y bienestar.



septiembre 10, 2025

Empezar una reforma puede ilusionar… y a la vez generar mucho vértigo. Es normal, hay decisiones, plazos, presupuestos y dudas que se acumulan. Pero una reforma bien planificada no tiene por qué ser un tormento. Aquí tienes una guía práctica y fácil de seguir para planificar una reforma sin estrés, pensada para propietarios que quieren tomar decisiones acertadas sin necesidad de conocimientos técnicos avanzados.

Antes de tocar nada: define qué quieres realmente

Lo primero es poner por escrito tus objetivos. Hazte estas preguntas:

  • ¿Qué problema quiero resolver (falta de espacio, mal aprovechamiento, estética, confort)?

  • ¿Qué es imprescindible y qué sería un extra agradable?
    Apuntar todos los “imprescindibles” y “deseables” te ayudará a priorizar cuando lleguen decisiones y gastos inesperados.

Presupuesto: básico, realista y con margen

Fija un presupuesto objetivo y separa una reserva para imprevistos del 10–15% (si tu reforma es pequeña, 10%; si es integral, 12–15%). Una posible distribución orientativa:

  • Mano de obra: 30–45%

  • Materiales y acabados: 40–55%

  • Diseño/gestión y permisos: 5–10%

  • Imprevistos: 10–15%

No te obsesiones con cifras exactas desde el primer momento, pero sí pide a la empresa un desglose claro. Tener partidas visibles evita sorpresas.

Elige a la empresa adecuada (y pide lo básico)

Al contratar, pide:

  • Presupuesto detallado por partidas.

  • Plazo estimado con hitos (fases).

  • Fotos o referencias de trabajos previos.

  • Condiciones sobre cambios durante la obra (cómo se valoran y autorizan).

Las reseñas y el “feeling” importan: una comunicación fluida con el equipo reduce errores y malentendidos.

Calendario orientativo: plan y flexibilidad

Ninguna obra pequeña está totalmente libre de retrasos (materiales, permisos, climatología). Un calendario orientativo podría ser:

  1. Preparación y permisos: 1–3 semanas

  2. Demoliciones y estructura: 1–2 semanas

  3. Instalaciones (electricidad, fontanería): 1–3 semanas

  4. Albañilería y revestimientos: 2–4 semanas

  5. Acabados y limpieza: 1–2 semanas

Adapta los tiempos a la escala del proyecto. Pide a la empresa hitos semanales y revisiones breves para comprobar avance.

Comunicación: la llave que evita problemas

  • Designa una persona de contacto clara (puede ser el propietario o un representante).

  • Pacta un canal y frecuencia de comunicación: por ejemplo, una llamada corta semanal y mensajes con fotos cuando haya hitos.

  • Documenta TODO por escrito: decisiones, aprobaciones y cambios. Evita acuerdos verbales.

Cómo vivir durante la obra: mínimos para evitar desgaste

Decide si vas a vivir en la casa o alojarte fuera temporalmente. Si te quedas:

  • Define una zona limpia para cocinar y descansar.

  • Protege muebles y suelos; acuerda con la empresa un plan de limpieza diaria.

  • Ten a mano un kit con lo imprescindible (ropa, herramientas básicas, documentación).

Si optas por mudarte, calcula el coste y compáralo con el ahorro de molestias: a veces salir una o dos semanas vale la pena.

Selección de materiales y acabados sin agobios

  • Escoge materiales duraderos para zonas de uso intenso (suelos, encimeras).

  • Para acabados estéticos, crea una paleta de colores y materiales antes de comprar para evitar mezclas indeseadas.

  • Pide muestras físicas y comprueba cómo se ven con la luz real de tu casa.

Permisos y trámites: lo básico que debes saber

No todas las obras requieren lo mismo. Consulta con el técnico o la empresa si necesitas:

  • Licencia de obra mayor (cuando hay cambios estructurales).

  • Licencia de obra menor (reformas estéticas o instalaciones).

  • Comunicación previa o declaración responsable en algunos municipios.

Pagar por un profesional que gestione los trámites suele ahorrar tiempo y riesgos.

Controla los cambios y evita la “escalada” de obra

Los cambios a mitad de obra encarecen y retrasan. Para minimizarlos:

  • Ten claro el objetivo y el presupuesto antes de empezar.

  • Reserva la lista de “deseables” para incluir si sobra presupuesto o tiempo.

  • Si surge una mejora que te seduce, pide el coste por escrito antes de aprobar.

Checklist rápido antes de empezar

infografia como no perder los nervios con una reforma


Para acabar: calma y decisiones informadas

Planificar bien no evita todos los imprevistos, pero sí reduce el estrés enorme de lo inesperado. Si llevas objetivos claros, presupuesto con margen, una buena comunicación con la empresa y un calendario realista, la reforma puede transformarse de fuente de ansiedad en un proceso controlado que terminas disfrutando.